Dos años después de la introducción del euro, el 49% de los europeos y el 40% de los españoles confiesan que aún tienen algunas o muchas dificultades con la moneda única. Un sondeo de la Comisión Europea revela también que el 54% de los europeos y el 56% de los españoles continúan calculando mentalmente en la antigua moneda nacional las compras importantes, como el automóvil o la vivienda.

Sólo el 13% de los españoles y el 16% de los europeos afirman que calculan mentalmente los precios de las compras importantes en euros. Irlanda es el alumno aventajado de la UE, ya que el 76% de sus ciudadanos aseguran que no tienen ninguna dificultad con el euro y el 61% calculan en la moneda común sus compras.

En las compras frecuentes, un porcentaje elevado de personas también continúa calculando los precios en pesetas: el 30% de los europeos y el 22% de los españoles. No obstante, es más elevado el número de ciudadanos que ya usa el euro para calcular sus compras diarias (57% de los españoles y 46% de europeos).

ABUSOS EN LOS PRECIOS La práctica totalidad de los europeos (89%) están convencidos a través de su experiencia cotidiana de que la conversión de precios de sus antiguas monedas nacionales al euro se efectuó en perjuicio de los consumidores y piensan que los precios se redondearon artificialmente al alza. El porcentaje más elevado corresponde a Italia (96%), donde incluso se han hecho masivas protestas públicas. España está muy cerca de la media europea.

La constatación de que el euro ha encarecido el nivel de vida ha provocado que aumente el fastidio de la población hacia la nueva divisa. El 44% de los europeos se declara ahora descontento por tener euros. Hace un año, ese porcentaje era del 39%.

El mantenimiento del doble etiquetado de los precios (en euros y en la antigua moneda nacional) divide al conjunto de los europeos: el 51% está en contra y el 46% a favor. El 58% de los españoles está a favor de mantener el doble etiquetado y sólo uno de cada tres está en contra.

Por su parte, la recuperación económica en la zona euro ha ganado fuerza en la segunda mitad de este año y se acelerará todavía más en el primer trimestre del 2004, según el mismo informe de la Comisión Europea.