La mayoría de los españoles han recibido el tijeretazo de José Luis Rodríguez Zapatero con resignación. Las medidas para recortar el gasto público en 15.000 millones durante este año y el próximo son vistas como un mal necesario para rectificar la peligrosa deriva hacia el endeudamiento que sufrían las cuentas públicas. Aunque la mitad (50,2%) de los encuestados en un sondeo para los diarios del Grupo Zeta se muestran en contra del plan aprobado por el Consejo de Ministros, una mayoría algo más holgada del 58,2% consideran inevitable e imprescindible medidas como la congelación de las pensiones y la rebaja salarial de los funcionarios.

Solo un cuarto de la población dice abiertamente que le parece bien el tijeretazo, según el barómetro político de mayo realizado por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) la semana pasada.

Los partidarios del recorte son más abundantes entre los votantes socialistas (42,7% de los entrevistados). En cambio, los más críticos se encuentran en las filas del PP, con casi un 70% de sus votantes que ven mal o muy mal los planes anunciados por el presidente. En general, las personas de 45 a 49 años, las que tienen estudios universitarios y los que viven en grandes ciudades son los que han encajado peor la iniciativa del Ejecutivo.

Por comunidades autónomas, los más disconformes se encuentran en Madrid, con el 57,5% en contra del plan de austeridad, seguida de Canarias (55,4%) y Cataluña (53%).

Pero al entrar en el detalle de las medidas, hay una gran discrepancia en cuanto al nivel de aceptación. La congelación de algo más de seis millones de pensiones contributivas en el 2011 es la parte del plan de ahorro que tiene más detractores, con casi el 75% de los entrevistados en contra. Los votantes del PSOE son los más comprensivos con esta medida, con el 35,7% que se manifiestan a favor.

EL GASTO FARMACEUTICO En el otro extremo se encuentra la reducción del gasto farmacéutico, que únicamente suscita el rechazo del 13,3% de la población a pesar de la campaña en contra del lobi de fabricantes.

Aunque la eliminación del cheque-bebé de 2.500 euros por nacimiento ha suscitado numerosas críticas políticas, una mayoría del 55,3% de los encuestados se muestran a favor de la desaparición de esta subvención.

Algo parecido sucede con el recorte salarial medio del 5% que sufrirán los funcionarios, que es aprobado por el 52,5% de los españoles. Concretamente, una amplia mayoría de votantes del PNV y del PSOE (78,6% y el 64,1, respectivamente) se manifiestan a favor de una medida que motivó la convocatoria de una huelga general en la función pública para el 8 de junio.

En cambio, la reducción de la inversión pública divide a los encuestados en dos mitades casi idénticas y la disminución de la ayuda humanitaria para países en desarrollo es vista de forma crítica por casi el 54% de los entrevistados por el GESOP.