Casi dos tercios de los trabajadores están insatisfechos con el sueldo que perciben y la falta de dinero es la principal preocupación de los asalariados españoles, ya sean simples empleados o ejecutivos. En segundo lugar, las quejas se centran en la falta de tiempo para hacer otras cosas que no sean solo trabajar.

Es normal que los trabajadores quieran ganar más, pero quizá lo más extraño es que el grado de insatisfacción con el salario sea tan alto en España y no parezca mejorar con los años. En el 2008, el 67% de los empleados se han quejado de cobrar sueldos bajos, un porcentaje que, en el caso de los empleados públicos es del 64%, ocho puntos más que en las respuestas del 2007.

La sorpresa que incluye el Barómetro Europeo de Clima Laboral elaborado por Accor Services es que un 50% de los ejecutivos también se quejan de cobrar poco, frente al 40% de hace un año. Y es mayor la preocupación por la falta de dinero. Esta dificultad supera la de la vivienda.

OBLIGACION El trabajo, en general, está considerado por los empleados como una obligación o algo que ofrece seguridad para afrontar la vida. Contrasta esta percepción con la que tienen los asalariados del sector público, que entienden el trabajo como un orgullo o un placer. Esto explica que solo haya un 32% de asalariados que sea feliz en su trabajo, porcentaje que llega al 44% en el caso de los funcionarios y al 41% en el de los ejecutivos. Si solo se considera el sector privado, solo el 27% es feliz.

Pese a todo, ya sea por resignación o por la necesidad de sustento, el trabajador está contento en su puesto (64%). Esta sensación aumenta hasta el 68% entre los funcionarios y hasta el 76% entre los ejecutivos. Estas opiniones deben provenir del grado de reconocimiento que hace la empresa al desempeño de la tarea que desempeñan los asalariados ya que solo el 45% opina que se valora su trabajo.

También se nota cierta contradicción entre el grado de satisfacción sobre las condiciones laborales (56%) y sobre los horarios (59% en general y el 71% en el sector público) con las quejas sobre la dificultad para tener vida propia. Aunque casi dos de cada tres trabajadores dice que equilibra su vida personal y laboral, cada año son menos los que declaran poder conciliar ambos aspectos (7 puntos menos).

La segunda preocupación de los asalariados, más que conservar el empleo, es el excesivo tiempo que deben dedicar al trabajo y el hecho de que el desempeño de su actividad laboral no les deja tiempo para otras cosas.

PAGO EN ESPECIE Por otra parte, el 30% de empresas ya apuestan por sistemas de retribución flexible en la que parte del salario se entrega en especie. Un estudio de Garrigues Human Services asegura que con este sistema, que contempla ayudas para guardería, alquiler de vivienda, seguros, formación o renting de vehículos, el empleado puede percibir entre un 10% y un 20% en términos netos. Esto no le provoca a la empresa más costes, sino un ahorro en masa salarial y en materia fiscal.