Abertis, la empresa de infraestructuras, ha sido la última en recibir sorpresas del Gobierno de Morales. Esta semana se enteró de que habían decidido revisar el contrato de concesión de la empresa Sabsa, filial de Abertis y Aena. Sabsa gestiona los aeropuertos bolivianos de El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. La inversión es pequeña, de un millón de euros.