La crisis de las instituciones creadas en Bretton Wood (el BM y el FMI) y las reformas pendientes permanecen tras la dimisión de Rato. "El trabajo que nos queda para reformar el FMI no se verá facilitado" por la marcha del español, se lamentó ayer el ministro de Economía alemán, Peer Steinbrueck, mientras que para oenegés como el Comité por la Anulación de la deuda de los Países del Tercer Mundo y Oxfam, la renuncia abre "un nuevo periodo de incertidumbre". La organización vive una pugna entre los países en desarrollo y las potencias clásicas respecto el reparto de las cuotas en los órganos de decisión. Además, los países necesitados de ayuda externa tienen otros mecanismos a los que acudir más allá del FMI.