El Ibex 35 despidió abril con una caída del 3,48%. La tragedia griega se encamina hacia el penúltimo capítulo, pero ha arrastrado a pérdidas a la renta variable europea durante el mes, pese a que abril suele ser un buen mes para el mercado. Para el Ibex, la última semana ha sido especialmente dura después de que Standard & Poor´s rebajara la calificación de la deuda española, un día después de que degradara la deuda griega a bono basura y recortara un nivel a la portuguesa. La publicación de los resultados de gran parte de las empresas cotizadas de la bolsa española y, sobre todo, los de las compañías del otro lado del Atlántico, permitieron atemperar las pérdidas bursátiles.

Asimismo, el mercado de renta fija soberana ha tenido un final de semana sin sobresaltos, aunque continúa en niveles muy elevados. El diferencial del bono griego a 10 años respecto al alemán se mantiene por encima de 600 puntos básicos; el portugués, cerca 150 puntos y el español supera por poco los 100 puntos.

En la jornada de ayer, el Ibex extendió el rebote alcista del jueves y llegó a superar los 10.600 puntos. Los inversores se dejaron ir a la espera de la referencia del día, el PIB del primer trimestre de EEUU, y de la respuesta de Wall Street. La economía estadounidense creció el 3,2% en el primer trimestre, según los datos adelantados. La cifra fue algo menor de lo previsto por los expertos.

En cuanto a la actualidad empresarial en el mercado español, cabe mencionar que rindieron cuentas Red Eléctrica Española y Mapfre, con una buena evolución de su actividad respecto al año anterior, pero pasaron desapercibidos para los inversores. Pese a todo, la aseguradora cerró con una subida de casi el 3%, la mayor del Ibex. Le siguieron BME, Gas Natural y Endesa; todas por encima del 2%. El resto de los grandes valores también subieron: Telefónica, el 1,4%; Repsol, el 1,03%; Banco Santander, el 0,94%; Iberdrola, el 0,71%, y BBVA, el 0,24%.