El cambio tributario tiene consecuencias también para los activos más antiguos. Blanca Jarabo y Rubén Gimeno recuerdan que si se tiene intención de vender un inmueble que fue adquirido antes de 1983 "cada día que pasa supone un poco de tributación". Y eso sucede porque la parte de plusvalía obtenida hasta el 20 de enero pasado queda exenta, mientras que la proporción posterior a esa fecha --cuando se hizo público el anteproyecto del IRPF-- no.

Lo mismo sucede con las acciones adquiridas antes de 1990. Si se vendieron antes del pasado 20 de enero disfrutaron de exención total, mientras la parte de plusvalía que se genere desde esa fecha tributará en la proporción que le corresponda. La situación desconcierta a muchos expertos que aún esperan que en el Congreso se modifique este plazo hasta situarlo en el 31 de diciembre del 2006 durante el último trámite parlamentario.

Además, en lo que queda del 2006, tanto las ganancias por la venta de inmuebles como las logradas con acciones con más de un año de antigüedad tributarán al 15%, mientras que lo que se venda el año que viene lo hará al 18%, que será el tipo fijo de todas las rentas del ahorro. "Es un hecho importante para quien tenga la intención de vender activos, pues a lo mejor sale más a cuenta hacerlo ahora por 6.000 euros menos, que es la suma que luego tal vez habrá que pagar de más a partir de enero", dice Rubén Gimeno.