Las constructoras se han convertido en garantes del sector energético español. Ayer se difundió un principio de acuerdo para llevar a cabo una fusión amistosa entre Iberdrola, la segunda eléctrica del país, que preside Ignacio Sánchez Galán, y Unión Fenosa, la tercera, controlada por la constructora ACS, que posee un 35% del capital, y está dirigida por Florentino Pérez. ACS ordenó la compra del 10% de Iberdrola a 37 euros por acción al BBVA y Merrill Lynch.

Anoche, la eléctrica se limitó a comentar que "habla de hechos y no de especulaciones". Fuentes del sector apuntaban que la constructora tiene problemas para reunir el 10% del capital, y que solo ha conseguido el 3% de las acciones. El BBVA, por ejemplo, tiene decidido que no venderá el 5,9% de Iberdrola.

Es el primer paso para llevar a cabo una fusión de la empresa vasca con la gallega, que daría lugar al primer grupo energético español, por delante de Endesa. El anuncio se produce 24 horas después de que la familia Entrecanales, de la mano de Botín y a través de su constructora Acciona, entrasen en Endesa para intentar frenar a E.ON.

REPARTO Las fuentes consultadas dan por hecho que el actual presidente y consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, presidirá la compañía si se consuma la fusión, mientras que Florentino Pérez seguirá como presidente de ACS, pero con un importante puesto en el organigrama. La compañía de los March sería accionista de referencia de la nueva empresa, con un 18% del capital resultante.

En medios próximos a la operación cuestionaban que Galán sea el líder absoluto . "Florentino puede ponerle un consejero delegado o un vicepresidente ejecutivo", apuntaban. La negociaciones las han llevado el expresidente del Real Madrid y Sánchez Galán. Este también ha tenido contactos con Repsol y Gas Natural. Antoni Brufau, presidente de Repsol y vicepresidente de Gas Natural, e Ignacio Sánchez, han compartido intereses sobre Endesa hasta ayer.

El grupo resultante de la fusión tendría una capitalización de 42.518 millones de euros, por encima de Endesa (34.000 millones); unos beneficios conjuntos de 2.300 millones y una facturación de 18.000 millones. Los activos ascenderían a 47.200 millones y la plantilla a 35.400.

VIABILIDAD Fuentes del sector veían ayer que la fusión es "sensata y posible". Iberdrola no tiene centrales de carbón, al contrario que Unión Fenosa, y sí que tiene energías renovables. Pero la cuota de mercado de ambas compañías alcanza el 48%. "Eso le generará problemas con el Tribunal de Defensa de la Competencia, aunque no con la Comisión Nacional de Energía", según un técnico del sector. Esta vez La Moncloa conocía la operación a tiempo, gracias a las relaciones privilegiadas con Miguel Sebastián, asesor del presidente.