Los montes de piedad llevaban desde los años 70 en una situación estable, incluso con una tendencia a la baja. Hasta el año pasado. Estas instituciones dependientes de las cajas de ahorros registraron en el 2008 el mayor crecimiento de la actividad en casi 40 años en España.

Las razones hay que buscarlas principalmente en la crisis, pero también en el aumento de la población inmigrante, sobre todo de Latinoamérica y del norte de Africa, donde hay tradición en empeñarse para obtener dinero rápido (los préstamos pignoraticios o prendarios), según explicó ayer Antonio María Claret, presidente del Comité Nacional de Montes de Piedad.

"Algunos piensan que los montes de piedad son anacrónicos, pero en realidad siguen siendo muy activos y atienden a los sectores más necesitados", afirmó Claret. En España hay 21 montes de piedad.

ASAMBLEA El año pasado, el número de préstamos prendarios en vigor aumentó el 13,6% respecto al 2007 (417.179), y el volumen de crédito creció el 20,68% (hasta los 206,68 millones de euros), según datos anunciados ayer, con motivo de la asamblea del sector celebrada en Barcelona. En el primer semestre de este año, el incremento fue ligeramente inferior: del 11,6% en préstamos en vigor y del 17,7% en el volumen de crédito, respecto al mismo periodo del 2008.

Las dificultades económicas llevaron a los montes de piedad a 31.273 clientes nuevos (un 51% más), un dato significativo, ya que es una actividad con una cartera de clientes muy estable. Se ha detectado un aumento de los clientes de mayor renta, especialmente pymes. "Se están incorporando pequeños empresarios, pequeñas tiendas con problemas para llegar a fin de mes", explicó Claret.

"Conforme vaya incrementándose el número de desempleados, irá acudiendo más gente", afirmó el presidente del Comité de Montes de Piedad.

Los créditos suelen hacerse por cantidades relativamente pequeñas, a un interés medio de un 7%. El importe medio en el 2008 fue de 477 euros.