El pesimismo, la banca, Telefónica e Inmobiliaria Colonial (aquejada de serios problemas financieros) fueron los causantes de una nueva jornada de descenso en la bolsa española y responsables a partes iguales. El Ibex 35, indicador selectivo de las principales compañías que cotizan en el mercado bursátil, perdió el nivel de los 15.000 puntos y cerró la sesión en 14.856,5 puntos.

En el sector de los bancos todo fueron retrocesos. Bankinter y Banco Sabadell fueron las entidades más perjudicadas por las ventas, con descensos del 2,73% y del 2,46%, respectivamente. Banco Popular (-1,20%), Banesto (-1,07%), Santander (-0,96%) y BBVA (-0,84%) también registraron pérdidas.

En el ánimo de los inversores pesaron los datos macroeconómicos conocidos ayer. La inflación del 2007 en el 4,3% y el paro levemente superior al del año anterior fueron dos de las causas que alentaron la actitud pesimista. Como también lo fue la situación errática que se dibuja en los mercados de materias primas en los que cotiza el petróleo, que no deja de marcar un récord de encarecimiento cada día que pasa.

En ese entorno internacional repleto de incertidumbres, el euro siguió avanzando posiciones en su cotización con el dólar estadounidense. Ayer cerró el cambio a 1,4727 euros. Cuando las dudas se apoderan de los mercados acostumbran a emerger lo que los inversores denominan valores refugio. En esta ocasión, más que la acción de una compañía, y por segunda jornada consecutiva, fue el valor del oro el que atrajo nuevamente a una parte de los ahorradores internacionales. Durante la jornada llegó a pagarse a 868,89 dólares la onza, lo que supone su mayor precio en la historia.

En el mercado estadounidense de referencia para Europa, las tendencias fueron otras. En Nueva York inició la sesión con una moderada inercia alcista al conocerse datos sobre empleo y actividad industrial de la economía americana de corte más favorable.