Las aerolíneas comerciales registraron en el 2004 un nuevo ejercicio de pérdidas, el cuarto consecutivo, con unos números rojos que suman ya desde el 2001 más de 27.000 millones de euros (4,5 billones de pesetas), según los datos de la IATA, que agrupa a más del 90% de las compañías. Sólo las aerolíneas de precios bajos, como Ryanair --que no forman parte de esta organización--, escapan de las pérdidas, aunque también han moderado sus resultados, por el incremento de los costes, en especial, del carburante.

Las 31 compañías agrupadas en la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) estiman que ya en el 2004 obtuvieron una ligera ganancia de 692 millones de euros, si bien se trata de un cálculo provisional muy ligado a la evolución del petróleo. Estas cifras suponen el retorno a la rentabilidad después de acumular pérdidas desde 1998. Compañías como Ryanair o EasyJet, las de mejores resultados, no pertenecen a esta asociación.

A escala mundial, los números rojos alcanzaron los 3.700 millones de euros, según la IATA. Las perspectivas para el 2005 son halagüeñas, con unas ganancias previstas de 923 millones de euros, las primeras desde el 2000, si no las trunca el precio del petróleo.

La industria exige un recorte de los costes ligados al uso de aeropuertos y la navegación aérea que puedan trasladar a sus propios costes, en un entorno en el que "los clientes reclaman precios más bajos con procesos más simples". El mensaje se dirige a los monopolios públicos que gestionan aeropuertos y la navegación aérea. El margen obtenido por los billetes ha caído un 30% en los últimos 10 años, explican.

La factura de los servicios de navegación aérea ha aumentado un 9,4% desde 1999, hasta superar los 6.000 millones de euros, mientras que los rendimientos de las aerolíneas han caído un 10%. El sector debe lidiar con un explosivo cóctel formado por unos elevados precios del petróleo, una competencia feroz, exceso de capacidad y el miedo al terrorismo, según los expertos. Pero hay elementos positivos, como la evolución de la demanda. "El reto en el 2005 es convertir el crecimiento de tráfico en rentabilidad con mejoras en la eficiencia de costes", afirma Giovanni Bisignani, director general de la IATA.

CRECE EL PASAJE Las compañías no han sido capaces de convertir en réditos el incremento del pasaje. Los pasajeros de vuelos internacionales crecieron un 15,3% en el 2004 y la carga, el 13,4%. En todo el mundo se experimentaron crecimientos de tráfico de dos dígitos. La IATA estima un aumento medio anual del tráfico del 6% hasta el año 2008. El reto de las aerolíneas será el recorte de los costes.