El secretario de Agricultura de la organización profesional agraria UPA-UCE de Extremadura, José Cruz, afirmó ayer que la ola de calor ha provocado tales daños en las explotaciones de tomate de la región que los productores perderán este año 33 millones de euros, por lo que ha pedido ayuda al Ejecutivo autonómico.

Cruz explicó que las altas temperaturas han hecho que se pierdan hasta 400 millones de kilogramos. Subrayó que la producción final será de unos 1,2 millones de kilogramos, cuando la previsión inicial de los agricultores era obtener 1,6 millones.

Esto hará que se pierdan un total de 33 millones de euros, 19,2 correspondientes al precio que pagan las industrias transformadoras a los agricultores, 0,04 euros por kilogramo esta campaña. Además, otros 13,8 millones de euros se dejarán de cobrar en concepto del pago de compensaciones por parte de la UE, que son de 0,03 euros por kilogramo.

La Junta de Extremadura ha afirmado que, a pesar de la reciente ola de calor, la campaña de producción de tomate "transcurre con normalidad y los trastornos provocados por las temperaturas extremas no han tenido demasiada incidencia en el sector". El Gobierno extremeño ha señalado que las elevadas temperaturas provocaron "ciertas dudas" sobre los rendimientos de las explotaciones, aunque el suministro de tomate a las industrias transformadoras es el normal y la reducción de la cosecha es de un 10% en alguna zona.

"La campaña de este año se está desarrollando con normalidad y volverá a registrar unas cifras notables de producción que superarán por tercera vez en la historia la barrera del millón de toneladas", piensa Quintana.

La superficie dedicada este año al cultivo del tomate en Extremadura, según las declaraciones de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH), es de 23.800 hectáreas y los productores han firmado entregar 1,385 millones toneladas.