El aumento de la renta disponible en las familias, por el mayor empleo, ha llevado al gasto de los hogares a crecer el 3% en el 2003 sin reducir su tasa de ahorro, que, según el INE, sigue sobre el 10,5% de la renta disponible. En el gasto, destacó la compra de vehículos, que pasó de caer el 7% en el 2002 a subir el 3,7%.

La productividad global de la economía aumentó el 0,6%, una décima más que en el 2002. La remuneración de los asalariados, tras la "trayectoria descendente" de los últimos años, repuntó y el coste laboral por unidad de producto aumentó el 3,6% (dos décimas más).