Anglo Irish Bank (AIB) registró pérdidas de 8.210 millones de euros en los seis primeros meses de este año, lo que supone el peor resultado de la historia empresarial de Irlanda. Las pérdidas de la entidad, nacionalizada el año pasado, fueron de 3.788 millones en el mismo periodo del 2009. El banco, que estima en unos 25.000 millones la factura de su plan de rescate, será dividido para garantizar su viabilidad, aunque crecen las presiones para su liquidación.

Las cuentas de AIB reflejan pérdidas vinculadas a los activos transferidos al fondo público NAMA por valor de 3.468 millones de euros, así como otros 4.853 millones relacionados con el riesgo de crédito. "Los resultados de la entidad en los seis primeros meses solo sirven para enfatizar nuevamente la necesidad de adoptar medidas decisivas de forma concertada", destacó el presidente de AIB, Alan Dukes.

Este, a su vez, indicó que, tras estudiar varias alternativas, se ha optado por dividir la entidad y reducir al menos en un 80% su tamaño, para crear un nuevo banco viable que agrupe el resto de activos sanos. El presidente del banco irlandés admitió que el consejo de administración estudió la opción de liquidar la entidad, pero lo descartó por el coste para las arcas públicas.

AIB admite que necesitará ayudas adicionales del Estado, pero no las cuantificó.