Los dos gigantes mundiales de la fabricación aeronáutica lograron batir sus cifras de ventas en el 2007. Ni la brutal escalada de los precios del petróleo ni las incertidumbres que pesan sobre algunas aerolíneas impidieron a Airbus y Boeing superar sus propios récords de pedidos de aviones y de aeronaves entregadas.

La compañía estadounidense abrió ayer fuego al anunciar un incremento de las ventas del 35%, hasta las 1.413 unidades encargadas por algo más de 80 clientes. El grupo con sede en Seattle entregó 441 aviones, el 10,8% más. Se trata de una cifra que los analistas vigilan con lupa, ya que las aerolíneas realizan la mayor parte del pago en el momento en el que reciben el aparato. Pese a ser muy buenos, los resultados de Boeing no le van a permitir mantener el liderazgo mundial en pedidos que logró arrebatar a Airbus en el 2006 (1.044 frente a 790), tras cinco años en segundo lugar.

RECUPERACION El consorcio europeo ofrecerá sus datos anuales en dos semanas. Pero la evolución de sus ventas hasta noviembre confirman que ha superado la desconfianza que provocó en las aerolíneas con los retrasos en el programa de fabricación de su nave estrella, el A380. Airbus registraba 1.204 pedidos hasta noviembre, 60 más que Boeing y casi el doble de los que recibió en el 2006. Sus previsiones pasan por llegar a las 450 o 460. Pero no todo son buenas noticias para el sector. El panorama para este año es menos positivo a causa de la continua escalada del precio del crudo y del efecto que pueda tener en las cuentas de las compañías aéreas. Los fabricantes esperan un crecimiento importante de las ventas, pero que será inferior al registrado en el último ejercicio.

Para compensar este efecto negativo, los fabricantes sostienen su confianza en que se mantenga la creciente demanda de algunas economías emergentes de Asia y países productores de petróleo en Oriente Próximo.