Airbus evitará ir a juicio. Ayer el gigante aeronáutico europeo anunció haber llegado a un acuerdo con las autoridades de Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos para solventar las investigaciones que pesaban sobre la compañía por sospechas de sobornos y corrupción.

Aunque evitó entrar a fondo en detalles económicos y otros términos del acuerdo, Airbus podría enfrentarse al pago de multas superiores a los 3.000 millones de euros, según apuntaron varios analistas en el Financial Times. Su beneficios anuales durante el 2018 fueron de 4.300 millones. En un comunicado, la compañía aeronáutica sí precisó que este caso se refiere a un posible incumplimiento de la normativa estadounidense sobre las regulaciones del tráfico internacional de armas. Aunque ya existe este principio de acuerdo, cualquier compromiso deber aprobarse por los tribunales de los tres países y del regulador de EEUU.

Con la firma de este acuerdo, Airbus espera poner punto y final a una investigación que ha durado cuatro años. En el 2014 se destapó que el gigante aéreo había omitido a las autoridades información sobre qué intermediarios y consultores externos estuvieron implicados en determinados acuerdos por contratos. El Reino Unido lanzó su investigación en el 2016; Francia lo hizo al año siguiente y los EEUU en el 2018.

Airbus decidió suspender la utilización de esos consultores y puso en marcha una operación de transparencia para buscar una salida negociada que le evitase una condena mayúscula.

Por el camino, esa investigación por corrupción se ha llevado por delante a altos cargos de como su director general, Tom Enders, o su director de operaciones, Fabrice Brégier. Ambos renunciaron la pasada primavera en el marco de una estrategia interna que entendía que, con una renovación de su cúpula y de sus ejecutivos más cercanos a la edad de jubilación, Airbus tendría más posibilidades de estrechar la mano a las autoridades.