Sebastián Albella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desde noviembre de 2016, abandonará el cargo cuando venza su mandato el próximo 26 de noviembre. Así lo ha manifestado a la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, según fuentes de la CNMV. La comunicación se produjo el pasado 20 de octubre una vez que Albella no recibió ningún mensaje sobre la posibilidad de continuar en su puesto, al que llegó nombrado por el exministro de Economía del PP, Luis de Guindos.

Además del presidente de la CNMV, también abandonará su puesto la vicepresidenta, Ana María Martínez-Pina, que fue presidenta del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC). Ambos directivos seguirán en sus puestos provisionalmente durante un tiempo hasta que el Gobierno nombre a sus sustitutos, tras un acuerdo amistoso con Calviño. Fuentes consultadas destacan que Abella considera que ya ha cumplido su labor. Asimismo lo señala la vicepresidenta en el organismo, en el que, junto con su etapa de presidenta del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), ha pasado nueve años de su carrera profesional entre esos dos cargos.

Modificar la ley

La ley no les permitiría que ninguno de los dos siguieran desempeñando el cargo en funciones hasta la llegada de sus sustitutos, pero el Gobierno tiene previsto modificar la normativa para que sí puedan seguir. Ello no implica que el Ejecutivo no vaya a designar un sustituto antes. La modificación se explica porque ya que no da tiempo a completar el proceso parlamentario de escucha para la ratificación de los nuevos presidente y vicepresidentes antes de la fecha en que vence el mandato de los actuales.

Además, el Gobierno quiere homologar el funcionamiento de la CNMV en este aspecto al de otras instituciones, como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Hasta ahora, la normativa fijaba que la presidencia la ocupara el consejero más antiguo en el caso de que venciera el mandato del presidente sin que se hubiera nombrado un sustituto.

Albella, dejó el despacho de abogados Linklaters para incorporarse a la CNMV. En su momento, durante el trámite parlamentario previo a acceder al cargo público, dejó clara su intención de no volver a la firma una vez acabase su mandato en el supervisor. Su intención es dedicarse a actividades ligadas a la docencia o similares. Como otros altos cargos de la administración, durante dos años no podrá trabajar en puestos ligados a la actividad que ha desarrollado en el sector público.