Alemania ha enfriado este miércoles las expectativas de la cumbre de la Unión Europea del próximo viernes, clave para el futuro del euro, porque según fuentes del Gobierno germano "hay actores que todavía no han comprendido la gravedad de la situación". Estas fuentes han subrayado que no habrá margen para posibles soluciones intermedias y que hay tres puntos de la propuesta franco-alemana que se consideran prácticamente innegociables.

En primer lugar, se pretende que los techos nacionales de déficit se conviertan en derecho europeo y que el cumplimiento de los mismos sea supervisado por la Comisión. Además, se plantea que en caso de violación del criterio del déficit, la Comisión Europea imponga sanciones automáticas y que los países afectados deban aprobar un programa de ajuste vinculante.

"No se trata de un deseo alemán, se trata de que la eurozona tiene que recuperar su credibilidad", ha manifestado un alto funcionario del Gobierno alemán, que también ha rechazado posibles compromisos encaminados a aceptar los eurobonos a cambio de modificaciones en los tratados europeos: "Los eurobonos son el camino equivocado y no habrá componendas en ese sentido".

Tratado de los 17 países de la eurozona

Las negociaciones en la cumbre pueden llevar a cambios en algunas formulaciones y a modificaciones de algunos detalles pero, según Berlín, el núcleo de la propuesta franco-alemana es prácticamente innegociable. Si entre los Veintisiete no hay un acuerdo para reformar los tratados europeos, se plantea la formula de crear un nuevo tratado entre los 17 países de la eurozona y aquellos que quieran sumarse.

Para llegar a ello, según las fuentes del Gobierno alemán, se requiere primero abandonar de la idea de que los fallos de construcción de la Unión Monetaria se pueden resolver con "remiendos" para esquivar el proceso de ratificación que implica una reforma en los tratados o un nuevo tratado entre los países de la eurozona.

Otro portavoz alemán se ha quejado de que entre los socios hay algunos que son exhaustivos a la hora de proponer nuevas fuentes de financiación, pero se cierran a la necesidad de suprimir los errores de construcción de la eurozona. El Gobierno alemán espera que durante la cumbre haya reuniones en el círculo de los 17, puesto que hay una serie de temas que afectan específicamente a la eurozona, como todo lo relacionado con el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).

Optimismo de Francia

Más optimista se muestra en público el Ejecutivo francés. El ministro de Finanzas, François Baroin, ha afirmado que "ni Nicolas Sarkozy ni Angela Merkel abandonarán la mesa de negociaciones de esta cumbre sin un acuerdo potente" sobre la crisis de la deuda soberana de la zona euro.

Baroin ha admitido que gran parte del futuro de la máxima nota de Francia a ojos de las agencias de calificación dependerá de lo que ocurra el viernes en Bruselas y de cómo sea acogida la respuesta de los líderes europeos.