La segunda jornada de movilizaciones por el empleo y los derechos sociales movilizó ayer a casi medio millón de alemanes y a unos 800.000 italianos, convocados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Berlín, Colonia y Stuttgart fueron escenario de las protestas de los trabajadores alemanes contra los recortes sociales aprobados por el Gobierno de Gerhard Schröder, mientras que en Roma se dieron cita centenares de miles de jubilados --un millón, según los organizadores-- en contra de la política económica del Ejecutivo de Silvio Berlusconi y la reforma de las pensiones.

La jornada de protesta en Alemania, anticipo del próximo Primero de Mayo, tuvo como lema Por el trabajo y la justicia social y elevó el tono de las críticas sindicales a las reformas sociales introducidas por Schröder. La denominada Agenda 2010 del Gobierno germano prevé recortes en las prestaciones sanitarias, la congelación de las pensiones públicas y una compleja reforma del mercado laboral, que pone el acento en la flexibilidad y limita el subsidio de desempleo.

PENSIONISTAS Pancartas, banderas y gritos contra la política económica de Berlusconi acompañaron la marcha de los pensionistas italianos en Roma. El secretario general del sindicato Cgil, Giugelmo Epifani, cerró los actos de protesta con fuertes críticas al primer ministro italiano por la pérdida de la capacidad adquisitiva de las pensiones, en un país en el que unos cuatro millones de jubilados cobran sólo 500 euros (83.193 pesetas) al mes.

Las movilizaciones fueron mucho menos numerosas en Francia y España. Unas 5.500 personas se dieron cita en París, aunque los sindicatos convocaron también manifestaciones en Lyón, Burdeos, Rennes y otras ciudades. En España, unos 500 sindicalistas se concentraron ayer --convocados por CCOO, UGT y varios sindicatos franceses-- en La Jonquera para reclamar que la futura Constitución Europea "recoja los derechos sindicales y sociales", según Joan Coscubiela, secretario general de CCOO en Cataluña.