A primera hora de la mañana del jueves, el poderoso ministro de Finanzas de Angela Merkel, Wolfgang Schäuble, defendió la austeridad como la medicina apropiada para resolver la crisis que azota especialmente a los países del sur de Europa. "Nadie en Europa rechaza el crecimiento, pero la deuda es la causa de la crisis. Necesitamos estabilidad y crecimiento sostenible", declaró Schäuble a la radio pública.

Faltaban pocas horas para que en España la Encuesta de Población Activa (EPA) publicara los peores datos de paro de la historia. Sin embargo, ni los más de 6,2 millones parados españoles, ni el récord de los 3,2 de parados también en Francia ni las protestas ciudadanas de aquel mismo día en Portugal, hicieron mover una coma del discurso de Philipp Rösler, el ministro alemán de Economía, mientras anunciaba, también el jueves, una mejora de una décima en el pronóstico de crecimiento para este año, del 0,4% al 0,5%.