L a pandemia del coronavirus ha cambiado la economía para siempre. El sector logístico, que agrupa a almacenes y redes de transporte, es uno de los que ha detectado ya que el confinamiento y el parón de la actividad causó cambios que han pasado a ser estructurales. El auge del comercio electrónico, que los expertos calculan que fue del 100% en algunos sectores, se ha consolidado en gran medida. El transporte parece haber alcanzado en julio ya los niveles del pasado año y las empresas confiesan que el miedo a otro cierre industrial y comercial ha incrementado la demanda de almacenes. La tendencia a fabricar más cerca del cliente o disponer de plataformas logísticas y medios de transporte eficientes se ha convertido en una cuestión estratégica.

Francisco Aranda, presidente de la patronal logística UNO, reconoce que el impacto de la crisis en el sector «es brutal porque lo que ha sucedido es que la logística entre empresas se ha reducido prácticamente a la mitad. Sin embargo, lo que ha crecido de manera espectacular es el comercio electrónico, la venta online . En tres meses hemos avanzado en venta online el equivalente a cinco años», explica. De ese cambio de hábitos, la logística ha evidenciado su papel protagonista. «Hemos pasado de ser una commodity , el transporte puro y duro, a ser una ventaja competitiva y un valor añadido. Ser parte de la experiencia de compra de los clientes». Según las previsiones del sector, en el 2023 el 25% de todo el comercio va a ser online en España, explica Aranda.

Luis Gómez, director general de transporte en Europa de la multinacional XPO, que factura 6.414 millones de euros al año en el Viejo Continente, asegura que la actividad se recuperó ya en julio hasta los niveles del año pasado. «El balance del año es negativo. La caída de actividad fue del 40% durante el mes de abril, pero se registró una recuperación significativa y rápida, en forma de ‘V’ que pasó a ser del 20% al mes siguiente y al 15% en junio», explica Gómez.

Cristian Oller, máximo responsable de Prologis en España, asegura que durante esta pandemia se ha producido una «transformación brutal» de la cadena de suministro. Las plataformas logísticas de Prologis gestionan productos que equivalen al 2,5% del PIB mundial cada año y sus indicadores muestran tendencias fiables. Oller opina que el auge del comercio electrónico obliga a que las cadenas de suministro deban replantearse.

Sobre si los cambios registrados en el consumo durante el confinamiento han sido coyunturales o estructurales, predomina la opinión de que en buena medida los nuevos hábitos han llegado para quedarse. H