Los empresarios están aprovechando que las elevadas cifras de crecimiento del empleo conviven con una elevada tasa de paro para no subir los salarios. No solo no los incrementan, sino que caen de media, tal como revela un informe de Infoempleo y Adecco publicado este miércoles, que cifra el descenso del sueldo medio en España de casi el 5% en el 2018 respecto al 2017. Las compañías saben que para cubrir determinadas plazas todavía tienen muchos candidatos entre los que elegir y ello tira los procesos de selección a la baja: Cuatro de cada diez empresas alegan no contratar porque los candidatos piden sueldos "demasiado altos".

El estudio de Infoempleo y Adecco analiza un total de 383.960 ofertas de empleo en las que se ofrecían 1.197.407 vacantes correspondientes al ejercicio 2018-2019. Según estas, el salario medio en España se situó el año pasado en los 23.812,2 euros anuales, lo que vendría a ser unos 1.700 euros brutos al mes (en 14 pagas). La bajada respecto al 2017 es notable, concretamente del 4,9%; pues entonces los empresarios declararon pagar de media 25.053,3 euros anuales.

Lo que en España cohabita con un mercado laboral hiperactivo, que registra el mayor aumento de ofertas de empleo en la última década, con un incremento respecto al año anterior del 15,8%. Un mercado en el que la oferta y la demanda presentan serios problemas para encontrarse de manera eficiente, pues el mismo informe señala que "para esas vacantes las empresas no pueden recurrir al 1,7 millones de personas de baja cualificación que están desempleadas, sino a trabajadores de alta cualificación que todavía no existen en número suficiente en el mercado".

RECUPERACIÓN, PERO NO PARA TODOS

Las plazas que sí consiguen cubrir las empresas revelan que las plantillas acumulan una década de malos resultados para sus bolsillos. Los salarios se resisten a subir, al menos entre los empleados y especialmente entre los cargos intermedios. Mientras las remuneraciones de los directivos subieron el 6,6% de media en el 2018, respecto al 2017, entre los empleados rasos lo hicieron a un tercio de dicha velocidad, al 1,8%.

Otro de los datos que arroja el informe y que va en esa línea es la tendencia de las nuevas incorporaciones a entrar a trabajar a una empresa con el mismo sueldo que los trabajadores ya veteranos. Casi la mitad de los empresarios, concretamente el 44,5%, afirman que pagan igual a un nuevo fichaje que a un empleado con cinco o más años de experiencia en el mismo puesto. Una tendencia 10 puntos superior a la del 2017.

Los trabajadores que sobrevivieron a la crisis les cuesta recuperar las condiciones que tenían antes de esta y las expectativas entre las empresas no son demasiado halagadoras en este sentido a un medio plazo. Uno de cada tres empresarios afirma que en su compañía en el 2025 todavía no se habrán recuperado los niveles salariales previos al estallido de la crisis.

CATALUÑA, DONDE MEJOR SE COBRA

Cataluña desbancó el pasado 2018 al País Vasco como la comunidad autónoma donde mejores sueldos se perciben. En el 2018 la media cerró en los 26.421 euros anuales, el 10% superior a la media española, pero el 3,3% menos que el año pasado. Una de las claves para entender la bonanza catalana es la buena posición de los cargos intermedios, que cobran en este territorio el 10,6% más que la media. No obstante, los empleados únicamente superan por el 2,3% y los directivos en el 5,5%.

La 'cara B' la encarna Cantabria, la comunidad autónoma con sueldos más bajos de España, donde de media se cobran 19.610 euros al año, el 17,6% menos que en el conjunto del país.