El elevado precio del petróleo ha empezado a encarecer sensiblemente el precio de los billetes de avión. En los vuelos más económicos en España y Europa, el recargo que aplican las compañías aéreas por el combustible ya supone la mitad del precio total del billete. Muchas compañías, además, acaban de subir estos recargos de nuevo el pasado mes de mayo. Sumando a ello las tasas e impuestos, lo que más barato le sale al viajero es la propia tarifa, que a veces es incluso de 0 euros.

Así, la tarifa de una ida y vuelta de Barcelona a París a finales de junio con Iberia es de solo 11 euros. El precio final, sin embargo, sube a 121,17. Esos 110,17 euros extras son el recargo por combustible (32 por cada uno de los dos trayectos), las tasas e impuestos en los aeropuertos de salida y los gastos de gestión y de pago con tarjeta de crédito (ver gráfico). El viajero que reservó ese mismo vuelo hace un mes pagó 52 euros por el combustible, antes de que Iberia aumentara el recargo en vuelos europeos con 6 euros por trayecto.

Estos recargos, que algunas compañías especifican con detalle a la hora de hacer y pagar la reserva, son uno de los métodos para hacer frente al aumento continuo de los costes, pese a que las compañías aéreas son reacias a subir mucho los precios para no perder cuota de mercado. Muchas de las compañías de bajo coste han ido añadiendo en el último año otros conceptos para subir veladamente el precio: según en qué aerolínea se viaja, se ha de pagar 10 euros por maleta; de 2 a 12 euros para reservar un asiento; 5 euros para facturar en el aeropuerto; hasta 15 euros para un seguro y precios más elevados para equipaje especial, como un carrito de niño o una bici.

COMPRAR QUEROSENO Pero es el combustible el auténtico quebradero de cabeza de las aerolíneas, pese a que muchas de ellas se suelen proteger ante los vaivenes del petróleo con el hedging . Así, reservan grandes cantidades de queroseno con un año y más de antelación a un precio fijo, que también tiene sus riesgos: si el precio baja, han comprado demasiado caro, pero con las subidas vertiginosas de los últimos meses (hasta 135 dólares la semana pasada) les está saliendo bien. Iberia sigue utilizando aún petróleo que compró a 83 dólares por barril y que cubrirá un 48% del total de su consumo de este año. Air France-KLM está volando por unos 70 dólares por barril. A Ryanair se le acabaron en abril las pocas reservas que había comprado a menos de 80 dólares y se ha visto obligado a comprar ahora a un precio más caro.

ESTRATEGIA DE AENA Aun así, la compañía irlandesa sigue manteniendo sus precios relativamente bajos, entre otras razones porque no vuela a un aeropuerto como Londres-Heathrow. Este es para las aerolíneas el más caro de Europa, cobrando a cada aeronave que despega unas tasas de 28,10 euros. Le siguen Amsterdam-Schiphol (24,93) y los dos de París, con 22,61 euros. Además, todos están subiendo sus precios considerablemente este año. En este sentido, los aeropuertos más baratos de Europa son los españoles, gestionados por AENA, que solo cobran 6,06 euros, repartidos entre dos conceptos: 4,45 por servicios al pasajero y 1,61 por seguridad.

El próximo 26 de julio AENA aumentará solo en 65 céntimos las tasas de servicios para cubrir los gastos de la mejora de los servicios (gratuitos) a las personas con discapacidad o movilidad reducida, exigida por la UE.