Al multimillonario ruso Vaguit Alekpérov, de 58 años, presidente de la mayor petrolera rusa, Lukoil, los amigos y compañeros le llaman el Don, en alusión al famoso padrino ficticio Don Corleone. Los colegas petroleros también le llaman Alek Primero, como si fuera un monarca coronado. Cuando el propietario del 20% de las acciones de Lukoil tiende la mano a sus subordinados lo hace de tal manera que les da la impresión de que es más para que la besen que para que la estrechen.

Nacido en Azerbaiyán, a las orillas del mar Caspio, aprendió todavía en la época soviética la importancia de tener buenas relaciones con el poder. Su carrera de alto funcionario culminó en 1990, cuando le nombraron viceministro primero de la Industria Petrolera de la Unión Soviética. Meses antes de la desintegración de la URSS, el Gobierno creó la petrolera Lukoil, que tras el desmembramiento del imperio comunista fue privatizada.

La revista Forbes calcula que su fortuna alcanza los 10.000 millones de euros, lo que lo sitúa como el 56º hombre más rico del mundo y el octavo de Rusia. El patrimonio de su número dos, el vicepresidente de Lukoil Leonid Fedún, de 52 años, es de unos 4.500 millones. Tiene casi el 10% de las acciones de la petrolera. La norteamericana ConocoPhillips tiene otro 20%. Fedún se hizo famoso el año pasado cuando ofreció a la selección croata de fútbol cuatro limusinas Mercedes si ganaba a Inglaterra y facilitaba el paso de Rusia a la Eurocopa.

En España, la Fiscalía Anticorrupción sostiene en su escrito de acusación de la denominada Operación Avispa que Zakhar Kalashov --otro destacado accionista de Lukoil-- es miembro de la mafia rusa y pide para él 12 años de cárcel por los delitos de asociación ilícita y blanqueo de dinero. El texto asegura que Kalashov y su esposa hicieron cargos al banco SBS que luego pagó Lukoil.