La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ganó 7,87 millones de euros en el 2017 y tuvo una aportación a su plan de pensiones de 2,71 millones de euros, con lo que en total recibió 10,58 millones, un 6,9 % más que en 2016. El sueldo de Botín fue de 7,87 millones, un 6,8 % más, en tanto que el dinero destinado a la hucha para su jubilación aumentó un 7,5 %, hasta 2,71 millones, con lo que acumula ya 45,87 millones de euros, según la información remitida por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El mejor pagado después de la presidenta del Santander volvió a ser el consejero delegado, José Antonio Álvarez, que se embolsó 8,9 millones, un 6,8 % más que en 2016, de los que 6,44 millones correspondieron a su sueldo y 2,5 millones a su plan de pensiones. El salario de Álvarez aumentó un 5,99 %, mientras que la aportación al plan de pensiones creció un 9,15 %, con lo que alcanzó la cifra de 17,56 millones.

El tercer consejero ejecutivo de la entidad, Rodrigo Echenique, que además ocupa la presidencia de Santander España y de Banco Popular, cobró 4,28 millones, un 11,9 % más, pero no recibió aportaciones a su plan de pensiones, que acumula 43,16 millones.

El consejo de administración del Banco Santander obtuvo en total una remuneración de 26,6 millones de euros en 2017, un 2,86 % más que en el ejercicio anterior. El incremento de las remuneraciones de los principales ejecutivos, destaca el Banco Santander, está "claramente por debajo de los principales ratios de rentabilidad" del grupo en 2017.

En dicho año, la acción de Santander se revalorizó un 12,3 % y el dividendo total aumentó un 5 %, con un incremento del 11 % en la parte percibida en efectivo. El Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido ordinario de 7.516 millones de euros, un 14 % más, que tras descontar los saneamientos extraordinarios, se quedó en 6.619 millones, un 7 % más.