La canciller alemana, Angela Merkel, ha vuelto a apremiar al consorcio estadounidense General Motors (GM) para que decida de una vez por todas el futuro de la firma automovilística Opel y sobre su venta a uno de los dos grupos interesados.

Si bien reconoce que la presión del tiempo no beneficia a los intereses alemanes, Merkel subraya que "GM debe reconocer que todo retraso perjudica a Opel y a sus empleados", en unas declaraciones que publica hoy el rotativo económico Handelsblatt. Cada día que pasa sin que se tome una decisión retrasa la reestructuración de Opel, señala la canciller alemana, quien exige del consorcio estadounidense "una solución rápida".

Angela Merkel advierte además de que entre los dos candidatos a la compra de Opel, el grupo austríaco-canadiense Magna y la sociedad inversora belga RHJI, el Gobierno alemán favorece claramente al primero de ellos. "El Gobierno alemán debe decidir a cual de las dos ofertas está dispuesta a conceder sus avales. Y ahí digo: podemos hacerlo en el caso de Magna", comenta la canciller alemana, tras destacar que "existe una línea acordada a nivel ministerial en el Gobierno decisiva para mí".

Finalmente califica de "irreal" la posibilidad de que GM decida finalmente no vender Opel y señala que "el Gobierno estadounidense ha dejado claro hasta ahora que no aportará dinero del contribuyente para sanear filiales de GM en el extranjero y que apuesta por la solución de buscar nuevos inversores".