Decía ayer José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney y uno de los analistas que con más optimismo y vehemencia defiende la fortaleza de la economía española, que, citando a Herodoto, "tu estado de ánimo es tu destino, así que ánimo, podemos con ello". El problema es que en el mercado confluyen millones de ánimos, y muchos de ellos nos son desfavorables.

La agencia de calificación Taciturna, que es lo que viene a significar Moody´s en inglés, ha tenido una semana de hiperactividad: amenazas a Estados Unidos, España y Grecia, puesta en revisión de los bancos alemanes y griegos, dudas sobre el sistema financiero español, y ayer, para completar todo el plantel, una inusitada rebaja en cinco escalones de la nota de la deuda de Irlanda.

Su actuación y la falta de contundencia de los líderes europeos reunidos en Bruselas ha frenado la recuperación de las últimas semanas. El positivo ánimo del Banco Central Europeo (BCE), que ha seguido comprando deuda de los países en riesgo para estabilizar el euro, ha logrado contrarrestar levemente el pesimismo de la agencia.

Pero España, foco de todos los ataques y dudas, continúa sin levantar cabeza en los mercados. Para más inri, ayer se sumó al baile la conocida como cuádruple hora bruja, el vencimiento masivo de gran número de opciones y futuros sobre índices y acciones. Suele producir gran volatilidad, pero esta vez el volumen de operaciones ha sido menor que en otras ocasiones. Toda una prueba de que los inversores están fuera del mercado de renta variable español.

Ante este panorama, el Ibex 35 se dejó el 1,12% en la jornada, hasta los 9.898,1 puntos. En la semana ha perdido el 2,2%, si bien en el mes todavía registra un alza del 7%, gracias al rebote que provocaron las medidas anunciadas por el Gobierno hace unas semanas. Pero su efecto se va extinguiendo...

Restan ocho sesiones hasta que finalice el ejercicio, y los expertos prevén pocas sorpresas. El habitual rally alcista de diciembre está prácticamente agotado y los inversores ya están pensando en cómo van a recomponer sus carteras en el 2011. En sesiones con poco volumen, con todo, puede haber sustos.