El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) decidió anoche interrumpir hasta el martes próximo las negociaciones de la reforma de la Política Agrícola Común, informaron fuentes diplomáticas españolas.

Los Quince acordaron paralizar la decisiva reunión que mantienen desde el miércoles en Luxemburgo, a fin de consensuar la llamada "revisión a medio plazo" de la PAC, tras varios debates y sesiones bilaterales en los que no hubo acuerdo sobre un texto de compromiso de la Presidencia griega de la UE y de la Comisión Europea. El Consejo durará previsiblemente hasta el miércoles.

La reforma propuesta por Bruselas tiene como puntos principales la "modulación" o reducción gradual de ayudas directas y la introducción de un sistema de subvenciones desvinculadas de la producción.

Horas antes de conocerse esta decisión, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, Eugenio Alvarez, lamentó la falta de definición del Gobierno español ante una reforma como la de la PAC que, señaló, "va a perjudicar los intereses de los agricultores y ganaderos extremeños". A su juicio, el problema es que en estas negociaciones el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, "está aislado y no tiene una propuesta clara".

Además, considera que pese a las negociaciones no habrá grandes cambios, y lamentó que aún no se conozcan exactamente los resultado económicos que tendrá la reforma europea, aunque señaló que se sabrán al día siguiente de su aprobación sus consecuencias para la región.

Por su parte, el comisario europeo de Agricultura y Pesca, Franz Fischler, hizo ayer un llamamiento a los Quince para que decidan si están o no por la labor de aprobar una reforma "sustancial", al tiempo que dibujó un escenario sombrío en caso de que sólo consigan un "acuerdo futil".

"Es necesario que los Estados miembros se decidan: ¿creen ustedes necesario acordar la reforma o están con quienes consideran que es una medida superflua?", dijo en rueda de prensa en los márgenes del Consejo de Agricultura encargado de debatir los términos finales de la reforma.

Este llamamiento llegó después de que se hiciese público que Alemania se alinea ahora con algunas posiciones claves de Francia, que junto a España encabeza el grupo de países contrarios a la reforma.