El presidente argentino, Néstor Kirchner, dijo ayer que el país vive "un mejor tiempo" después de que su oferta para salir de la suspensión de pagos de la deuda externa tuviera una aceptación del 76,07% de los acreedores. Kirchner reiteró que se ha superado "uno de los mayores obstáculos" de la economía, aunque todavía "no se ha salido del infierno".

Argentina logró una poda de 67.000 millones de dólares de un pasivo de 191.254 millones, tras cambiar 152 bonos por sólo tres tipos de títulos en euros, dólares, yenes y pesos. Ahora, la deuda es el 72% del producto interior bruto (PIB). Antes era del 113%. Este año, el país debe pagar 13.020 millones de dólares en intereses.