Nada llevan peor las bolsas que la incertidumbre. Y ayer desayunaron con una abundante ración procedente de Argentina. La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de nacionalizar el sistema privado de pensiones y, sobre todo, la ausencia de una justificación razonable, levantó una ola de preocupación entre los operadores bursátiles. "Pensábamos que lo peor había pasado, pese a que la situación es delicada, pero Argentina viene a dar la puntilla", consideró un operador.

El Ibex 35 registró la segunda mayor caída del año en un día, al precipitarse la cotización el 8,16%, hasta los 8.895 puntos. El desplome del principal indicador español fue casi el doble que el DAX de Fráncfort, que cedió el 4,5%. Un impacto más acusado tuvo la situación en Wall Street, donde las pérdidas alcanzaron el 5,7%. Los mercados menos expuestos a la tormenta de Argentina, como Nueva York, se dejaron llevar por la corriente de malos resultados empresariales y siguieron sensibles a la falta de fuelle de las grandes economías.

De los parquets europeos, el más expuesto a la economía argentina es el español. En él, además, las empresas que más peso tienen cuentan con intereses económicos en ese país. No sorprende, por tanto, que el Santander perdiera más del 9% de su valor. Repsol, Telefónica, BBVA, Iberdrola y Santander ponderan un 64,5% en el Ibex 35, por lo que provocaron que el índice se desplomara a su nivel más bajo de este año.

Los inversores desconocen la razón de fondo de la nacionalización de las pensiones y barruntan dos opciones igualmente poco prometedoras: "O el Gobierno argentino necesita ese dinero para sus políticas, y luego habrá que ver cómo lo devuelve a los partícipes; o se ha producido un agujero patrimonial en esos fondos porque tenían productos contaminados, lo que sería aún peor, ya que se puede producir un nuevo corralito", comentó Mariano Sancho, director de renta variable de Riva y García.

Ante las dudas, los inversores bursátiles castigaron a las empresas españolas, pese a que estas se apresuraron a significar que Argentina representa una parte pequeña de su negocio. El BBVA, que controla la segunda gestora de pensiones del país, destacó que esta representa el 0,01% del beneficio del grupo.