El Banco de España enturbió ayer el ánimo de los inversores al pronosticar una recesión mayor de la prevista por el Gobierno para este año (0,4%), un crecimiento menor para el próximo (0,8%) y un mayor ajuste del mercado inmobiliario. Los bancos fueron los principales perjudicados y tiraron a la baja del resto de la bolsa.

El selectivo Ibex 35 cerró con un retroceso del 0,99%, que le hizo perder la cota de los 11.000 puntos que alcanzó la semana pasada (quedó en 10.980,7 puntos). Los inversores también se vieron perjudicados por la decepción generalizada que ha provocado la subasta de deuda griega del lunes, que a pesar de la alta prima ofrecida despertó poco interés en los mercados internacionales.

Las reavivadas dudas sobre la capacidad de financiación del país, y su efecto sobre la zona euro, provocaron un incremento de las primas de riesgo sobre la deuda de los países. Tampoco contribuyó Wall Street que, pese a abrir al alza, reaccionó con ligeras caídas a un dato de confianza de los consumidores peor del esperado.

A punto de cerrar el primer trimestre del año y en una semana con menos días de cotización bursátil, la bolsa madrileña abrió con subidas y llegó a marcar un máximo en la sesión del 0,6%, abonando la idea de que podría llegar a los 11.200 puntos. Pero pronto se vio que no iba a ser así. Las principales plazas europeas también vivieron una jornada de números rojos, aunque más moderados que en España: la alemana retrocedió el 0,23% y la francesa el 0,33%.

Todos los grandes valores cayeron: BBVA (1,64%), Santander (1,18%), Telefónica (1,06%), Repsol (0,95%) e Iberdrola (0,08%). Las mayores caídas, sin embargo, se las anotaron ArcelorMittal (2,3%) y Abengoa (2,27%). En el lado contrario, solo cuatro de los 35 valores, principalmente constructoras y de servicios, se anotaron ganancias, en las que destacó Acciona (0,56%), seguida de FCC (0,26%). En el selectivo solo Red Eléctrica consiguió cerrar sin cambios.