El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, pidió ayer en Pekín un yuan más fuerte y defendió la continuidad del dólar como divisa de reserva en el Foro Financiero Internacional, donde líderes económicos examinaron la actual recuperación de la crisis. No fue el único que presionó a las autoridades chinas. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se comprometió a vigilar muy de cerca la cotización del dólar y a "contribuir a que se fortalezca y constituya una fuente de estabilidad financiera a escala mundial".

También el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, reclamó que las autoridades chinas dejen fluctuar la divisa, que permanece encadenada al dólar. Ello hace que, al debilitarse la divisa de EEUU, el yuan se mantenga estable respecto a esta moneda pero gane competitividad artificialmente.