El presidente de Asaja-Extremadura, Angel García, valoró ayer en 20 millones el coste del nuevo sistema de identificación electrónica de ovino-caprino para los ganaderos extremeños. Situación que representa un inconveniente en un año "en el que los ganaderos están sufriendo elevadas pérdidas con motivo de la lengua azul y la sequía".

García dijo que la normativa comunitaria aprobada obliga a los ganaderos a identificar todos aquellos animales de las especies ovina y caprina nacidas en su explotación después del 9 de julio. Por ello, manifestó que según los últimos borradores conocidos del Real Decreto que regularán este nuevo sistema en España, los ganaderos dispondrán de 9 meses para identificar individualmente a todos los animales nacidos después de esta fecha mediante un doble mecanismo.

Según se especifica en los borradores de la norma, el Ministerio de Agricultura estaría dispuesto a financiar hasta el 60% del coste de la implantación del sistema en este primer año de aplicación, pero no en los posteriores. García insistió en que durante este año "nadie va a identificar ya que los animales nacidos ahora no cumplirán los 9 meses hasta el otoño que viene, recayendo el coste íntegramente en el ganadero, salvo aportación de la Junta de Extremadura".