El presidente de Asaja-Extremadura, Angel García Blanco, criticó ayer a la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente porque en su opinión pone "en primer lugar a los pajaritos y luego a las personas". El representante agrario afirmó que existe "una gran preocupación" entre los agricultores y ganaderos que tienen sus explotaciones en las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAS) por lo limitado de su actividad.

Según relató ayer García Blanco, la declaración de un área como ZEPA ha de ir acompañada de un plan de uso y gestión, que en los casos de los Llanos de Cáceres y Sierra de San Pedro aún no existe. En estos dos casos no se ha aprobado por la "fuerte protesta" de los agricultores.

NORMAS RESTRICTIVAS

Ante la imposibilidad de su aprobación, Blanco asegura que los ayuntamientos gobernados por el PSOE e incluidos en ZEPAS --como es el caso de Sierra de Fuentes-- están aprobando normas muy restrictivas para la actividad agrícola, similares a las que se fijarían en los planes de uso y gestión de los espacios protegidos.

Entre dichas limitaciones, que no tienen carácter retroactivo, figuran que toda explotación tenga un mínimo de cien hectáreas (con lo que se prohíben los huertos familiares), la prohibición de hacer cercados o cobertizos de más de 15 metros cuadrados. Blanco dijo que estas limitaciones se quieren poner en marcha en Sierra de Fuentes.

Asaja-Extremadura ya ha participado durante el fin de semana en un acto de protesta en Sierra de Fuentes pero quiere extender la celebración de manifestaciones a otros municipios como Torremocha, Torreorgaz, Torrequemada, Casar de Cáceres y la propia capital de la provincia. La patronal agraria exige además que las limitaciones tengan una compensación económica para el sector.