El comisario de Empleo, Vladimir Spidla, recuerda en el documento que el principio de igualdad de remuneración entre mujeres y hombres por el mismo trabajo quedó garantizado en el Tratado de Roma de 1957 que fundó la actual UE, aunque 50 años más tarde siga siendo una de sus mayores asignaturas pendientes. El actual artículo 141 del Tratado (antiguo 119 del de Roma) establece la obligación de los estados miembros de garantizar ese principio.

Spidla destaca que el tratado permite a los estados adoptar medidas para asegurar esa plena igualdad y facilitar el ejercicio de una profesión por el sexo subrepresentado. El Tribunal de Justicia de la UE ha avalado con jurisprudencia este tipo de disposiciones. Spidla alerta que hay que vigilar que "normas o prácticas aparentemente neutras no sean discriminatorias hacia las mujeres, agravando la brecha salarial".