Los trabajadores de Ryanair ganan el pulso a la compañía. La Audiencia Nacional ha declarado nulo el despido colectivo aplicado por la aerolínea low cost a cerca de 200 trabajadores de sus bases de Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y Gerona. Los tripulantes de cabina y pilotos de la aerolínea deben ser readmitidos «de forma inmediata», según concluye la sentencia dictada el 17 de abril. El 16 de julio la aerolínea irlandesa anunció el posible cierre de bases y recortes de empleo en toda Europa por el retraso en las entregas de la aeronave de Boeing. El 6 de agosto la low cost enviaba un comunicado a los representantes de los tripulantes de cabina emplazándoles a tratar al día siguiente el impacto que estos retrasos tendrían en las bases españolas y el 7 de agosto hacía oficial que la consecuencia era el cierre de Las Palmas, Tenerife, Lanzarote, así como el «riesgo» de clausura de Gerona. El 23 de agosto, la compañía iniciaba el procedimiento formal de cierre que llegó el 8 de enero, excepto a la base de Gerona, y que supuso el despido de 193 trabajadores (87 en Tenerife Sur, 47 en Lanzarote, 48 en Las Palmas y 11 en Gerona). Los sindicatos de tripulantes de cabina USO y Sitcpla y el de pilotos Sepla denunciaron a la aerolínea de bajo coste ante la Audiencia Nacional por «múltiples irregularidades e incumplimientos» antes, durante y después del periodo de consultas del ere, incluido lo que consideraron un chantaje en el aeródromo de Gerona: la aerolínea condicionó el mantenimiento de esta base como estacional, con la conversión de contratos de la plantilla a fijos discontinuos, a cambio de que los sindicatos aceptasen las condiciones del ERE en el resto.

Pocos días antes del estado de alarma, el 10 de marzo se celebró la vista oral de un juicio que duró siete horas en la que la compañía se desdijo del motivo inicial del cierre de bases --la tardanza de los aviones 737 Max de Boeing-. El tribunal ha publicado su sentencia en la que rechaza los argumentos de la aerolínea y declara la nulidad del ERE «por ausencia de periodo de consultas».

MENOR COSTE / El tribunal coincide con los trabajadores en que el procedimiento de despido colectivo que promovió Ryanair «estuvo presidido en todo momento no ya por la ausencia de buena fe de la empresa (...), sino por una evidente mala fe patronal encaminada a cerrar las bases aéreas de las Islas Canarias y a convertir la base (...) de Gerona en una base de temporada o estacional al menor coste posible». «Se aprecia mala fe, fraude, coacción y abuso de derecho en el proceder patronal», asegura en la sentencia. En su resolución, el tribunal ha resuelto readmitir a los trabajadores «en las mismas condiciones de trabajo en que venían desempeñando sus servicios antes del despido colectivo y con abono inmediato de los salarios dejados de percibir desde la extinción del contrato». La aerolínea dispone ahora de cinco días hábiles para recurrir ante el Tribunal Supremo. «Ya no somos los trabajadores los que tachamos de ilegales a Ryanair, la propia Audiencia Nacional es durísima en su sentencia con una empresa que siempre se ha valido de coacciones y amenazas a su plantilla y que ha desdeñado las leyes y todas las autoridades españolas», dijo el secretario general del sindicato USO en Ryanair, Gustavo Silva.