Abertis y la concesionaria italiana de autopistas Autostrade confirmaron ayer el abandono de su proyecto de fusión por la intervención y los obstáculos impuestos por las autoridades de Roma a la operación. Se trata del segundo intento de integración frustrado entre una compañía española y otra italiana, tras el que protagonizaron los bancos BBVA y la BNL.

La operación ya se daba por muerta el pasado martes en la operadora de infraestructuras participada por ACS y La Caixa. Las compañías coincidieron ayer, en un comunicado conjunto, en la "imposibilidad de seguir adelante" debido a "la falta de una autorización" de Anas --el ente gestor de las autopistas italianas--, y por "la entrada en vigor de una nueva normativa" sobre las concesiones.

Los órganos de gestión de ambas compañías tomaron esta decisión tras analizar la exigencia de una autorización en Italia y la nueva normativa sobre concesiones del Gobierno italiano.