El nuevo marco de horarios comerciales permitirá a las comunidades autónomas ejercer la potestad regulatoria que les había arrebatado la anterior normativa, que preveía la liberalización total para el año próximo.

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, entregó ayer a los representantes de las autonomías el borrador de la nueva ley en el que se recoge la posibilidad de fijar el número de aperturas en festivo con un mínimo de ocho. Montilla instó a las autonomías a retirar los nueve recursos de inconstitucionalidad que han presentado contra la ley liberalizadora del Gobierno de Aznar.

El texto, que será aprobado en el Consejo de Ministros del día 30, señala que el "número mínimo" de domingos y festivos de apertura "será de 12", pero las autonomías podrán "incrementar o reducir" dicho número, "sin que en ningún caso se pueda limitar por debajo de ocho". Según Montilla, la razón de esta aparente contradicción es evitar que las autonomías que estén acogidas al mínimo actual de 12 festivos "tengan que volver a legislar" para mantener esa cifra.

FUENTE DE CONFLICTO En su discurso a los consejeros, el ministro acusó al Gobierno del PP de "alterar el consenso" logrado en 1996 por el Ejecutivo socialista con los ocho festivos de apertura. Recordó que el decreto ley del 2000, en el que se preveía la liberalización total a partir del 2005, ha sido "fuente de conflictos" entre el Gobierno y las autonomías. "Nuestra intención es crear un nuevo marco de diálogo y recuperar el consenso con las comunidades que permita la retirada de los recursos", indicó.

Montilla negó que hubiera existido "ninguna batalla" entre él y el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, quien abogaba por los 12 festivos mínimos. Pese a reconocer que esa cifra ha arraigado en las "costumbres de los consumidores", el ministro destacó la necesidad de "adecuar más la ley a la realidad". "La mayoría de autonomías se mantenían en los 12, pero otras acudían a diversos procedimientos para reducir los festivos previstos en la ley", dijo.

EXCEPCIONES El texto rebaja el horario semanal de 90 a 75 horas, ya que "no tiene sentido establecer algo que luego no se aplica". Sobre los festivos concretos de apertura, las autonomías "deberán atender al atractivo comercial de dichos días" para no desvirtuar la ley. Si las comunidades no los fijan, "los comerciantes dispondrán de plena libertad" para hacerlo.

El proyecto garantiza la libertad de horarios para los pequeños comercios de menos de 300 metros cuadrados no pertenecientes a grandes grupos, las tiendas de conveniencia (inferiores a 500 metros y que estén abiertas al menos 18 horas al día) y las situadas en "zonas de gran afluencia turística".

CRITICAS La Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT (FETCHTJ) rechazó el anteproyecto, ya que no "satisface" ni las expectativas del sector ni da cumplimiento a los compromisos del Ejecutivo. La federación asegura que el Gobierno ha partido de una hipótesis que "no es cierta:" que el sector ya tiene asumida la apertura de 12 domingos al año. Para la FETCHTJ, el Gobierno sigue "desoyendo" la oposición del sector a dicha regulación horaria, que sólo apoyan los "únicos" beneficiarios: las multinacionales y los grandes grupos de distribución. UGT afirma que el argumento en el que se basa el anteproyecto "no se ajusta a la realidad".

La Confederación General de Pequeñas y Medianas Empresas también coincide con UGT en que el anteproyecto es excesivamente continuista en relación a lo que legisló el PP.