Apartir del mes de enero, los autónomos tendrán una protección social similar a la de los trabajadores asalariados con derecho a paro, cobertura por riesgo profesional, mejoras en la conciliación familiar y derecho a la formación continua. A cambio, tendrán un incremento del 1,25% de la base mínima de cotización y una subida de 5,36 euros en su cuota mensual. Así lo destacó la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, tras la firma con las organizaciones de autónomos (ATA, UPTA, Uatae y CEAT) de un acuerdo «provisional», que será aprobado en el Consejo de Ministros de mañana viernes a través de un real decreto ley, a la espera de encontrar la fórmula para que estos trabajadores coticen según sus ingresos reales. La Agencia Tributaria tiene encomendado cruzar los datos de los 3,2 millones de autónomos con los de la Seguridad Social antes del 31 de enero. A partir de entonces comenzará otra negociación entre Gobierno, agentes sociales, sindicatos y empresarios.

De momento, fruto de este acuerdo, la base mínima de los autónomos será más baja que la de los asalariados. Por ello, y para que las empresas no caigan en «la tentación» de hacer un trasvase del Régimen General al de Trabajadores por cuenta propia, el decreto-ley incluye una modificación de la ley de infracciones y sanciones con multas que van desde los 3.126 euros hasta los 10.000 euros por trabajador.

«Lo que no queremos es que sea un incentivo al fraude», advirtió Valerio. Así, a partir de enero se elevará en un 1,25% la base mínima de cotización de los autónomos personas físicas, que pasará de los 932,7 euros actuales a los 944,35 euros y la cuota mensual que ascenderá a 283,3 euros al mes, 5,36 euros más que en la actualidad (64 euros más al año). En el caso de los autónomos societarios la base mínima será de 1.214 euros y la cuota mensual se elevará en 6,89 euros, es decir, pagarán 364,22 euros al mes (82 euros más al año).

El tipo de cotización se incrementará de forma transitoria en 0,2 puntos, pasando del 29,8% actual al 30% en 2019; 30,3% en 2020; 30,6% en 2021 y el 30,9% en 2022, para que los autónomos coticen de forma obligatoria por contingencias comunes, pero también por contingencias profesionales y cese de actividad. Además, la tarifa plana de los autónomos que inician su actividad pasará de 50 a 60 euros mensuales. Entre los beneficios sociales, el trabajador autónomo cobrará a partir de enero la prestación por accidente de trabajo o enfermedad laboral desde el primer día en que se dé de baja y dejará de cotizar a la Seguridad Social el segundo mes de baja por enfermedad o incapacitación laboral hasta el momento del alta.

MEJORA AL ACCESO / En el caso de las autónomas, dentro de los 24 meses posteriores a la prestación de baja por maternidad, podrán obtener una tarifa plana de 60 euros durante 12 meses sin tener que cesar previamente en su actividad.

También se mejora el acceso, se flexibilizan las condiciones y se amplía la duración (de 12 a 24 meses) de la prestación por cese de actividad, el conocido como el paro de los autónomos, un subsidio con notorias deficiencias reconocidas por el propio Gobierno y denunciadas por los agentes sociales, ya que se conceden muy pocas prestaciones a los afectados. Los trabajadores por cuenta propia también tendrán derecho a la formación continua y al reciclaje profesional.