Las organizaciones de trabajadores autónomos ya tienen preparada su primera reivindicación al nuevo presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio y Navegación, Javier Gómez-Navarro, que ayer fue elegido por una amplia mayoría de votos (68 a favor, 16 en blanco y uno nulo). Los tres millones de trabajadores por cuenta propia no quieren seguir pagando la cuota a las cámaras porque, para ellos, "es como si no existieran".

Gómez-Navarro recordó que, en su etapa como ministro de Comercio y Turismo (1993-1996), tuvo que "explicar" al Tribunal Constitucional la necesidad de que todas las empresas paguen su cuota a las cámaras, aunque reconoció que aún persiste "el reto de que las cámaras se conviertan en una pieza importante para conseguir un respaldo social que justifique esa cuota".

Hasta hace poco, los autónomos abonaban a las cámaras una cuota equivalente al dos por mil de su declaración por el impuesto de la renta (IRPF), además de un porcentaje igual sobre el impuesto de actividades económicas (IAE). Al quedar exentos del IAE siguieron pagando la cuota sobre el IRPF.

NO SIRVEN El presidente de la Federación Nacional de Autónomos ATA, Lorenzo Amor, dijo que sus 209.000 afiliados "ni usan, ni les sirven para nada las cámaras ya que lo único que reciben de ellas es el recibo de la cuota con la advertencia de que, si no pagan, la Agencia Tributaria procederá al embargo". Amor felicitó al nuevo presidente del consejo, pero espera "que libere a los autónomos de este impuesto injusto, inquisitorial, de estilo medieval, que rompe con la libertad de asociacionismo". ATA aconsejará a sus afiliados que no paguen si Gómez-Navarro no impulsa esta reforma.

También Enric Calvo, portavoz del Foro de Comercio de Benicarló --que engloba a 10 confederaciones de pequeñas empresas en el arco mediterráneo-- explicó que sus 193.000 afiliados "deberían poder optar por el pago o no pago a las cámaras". Estas organizaciones "realizaron su función en su día, pero hoy existen otras asociaciones empresariales que hacen lo mismo que ellas, por lo que pedimos a Gómez-Navarro que exija al Gobierno un cambio en la ley para que la cuota sea voluntaria".

Calvo y Amor señalaron lo absurdo que supondría obligar a los asalariados a afiliarse a un sindicato en concreto, y no entienden por qué los autónomos deben pagar a una cámara que se dedica en un 70% a la promoción comercial exterior y a actividades de formación que ya realizan sus organizaciones.

Esta es también la opinión de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) cuyo secretario general, Sebastián Reyna, que exige que el Parlamento cambie la ley. Esta organización, integrada en UGT, representa a 130.000 autónomos. Aunque el PSOE no lo incluyó en su programa electoral, su ejecutiva federal elaboró un programa con las principales reivindicaciones de UPTA y ATA.