Los autónomos están cada vez más cerca de que una de sus reclamaciones históricas se haga realidad. El Gobierno presentó ayer a las principales asociaciones del sector una propuesta de prestación por cese de actividad, que vendría a ser el equivalente de la que cobran los asalariados cuando quedan en paro. Eso sí, más corta y menos cuantiosa, pero también voluntaria y ligada a una menor cotización para generar el derecho a percibirla.

El proyecto del Ejecutivo es que la prestación sea de un máximo de 1.300 euros al mes y de un mínimo de 580 euros. La duración será de entre dos meses (a la que se tendrá derecho con 12 meses de cotización) y seis meses (36 meses), salvo en el caso de los mayores de 60 años, que podrán llegar a los 9 meses.

El subsidio contributivo estará ligado a la cotización por contingencias profesionales (accidente o enfermedad). Los autónomos aportarán el 1% de su base de cotización para cobrar la prestación. Cuando se vea la evolución del sistema, el Gobierno estudia subir la cotización al 2,5%.

El autónomo cobrará el 70% de su base de cotización. La base media mensual de cotización de los 365.192 autónomos que pagan por contingencia de trabajo (los que lo hacen voluntariamente, más los económicamente dependientes y los de actividades de alto riesgo, que están obligados) son 993,57 euros. El Gobierno estima que la prestación media será de 702,49 euros a partir del 2011 (antes de percibirla, tendrán que cotizar 12 meses). Las asociaciones del sector acogieron la propuesta como un paso adelante, pero insuficiente. La confederación ATA está particularmente disconforme con la duración. Es inaceptable, expuso, que con 36 meses de cotización un asalariado tenga derecho a dos años de prestación y un autónomo, solo a seis meses.