La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA-UGT) ha recibido como un "insulto" el anuncio del director de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche, de que se reformará el régimen de módulos del IRPF dentro de la ley de medidas de lucha contra el fraude que el Gobierno quiere aprobar el año próximo.

En un comunicado, la UPTA afirmó que "vincular a todo el colectivo de autónomos que declaran por este sistema con el concepto de fraude, no puede considerarse más que como un insulto a un colectivo que sigue siendo el que sufre una mayor presión fiscal y cuenta con una menor protección social".

Algunos colectivos concretos, como los del pequeño comercio y el taxi, no se dieron por aludidos respecto a la idea de que el régimen de módulos genera un elevado volumen de fraude en su sector al no existir obligación de emitir facturas.

EN PROFESIONES LIBERALES "El fraude fiscal no se produce donde hay módulos", explicó ayer el presidente de la asociación de pequeños comerciantes CECOMA, Salvador Santos Campano. "El fraude está en las profesiones liberales. Yo voy al médico y no me dan ninguna factura. Ahí es donde está el fraude; no en el pequeño comercio", afirmó.

El presidente de la Confederación del Taxi de España, Miguel Tomás, tampoco ve en este sector un foco de fraude. En el sistema de módulos, el taxi paga en función de las personas empleadas y del número de kilómetros recorridos al año. "Pasamos revisiones periódicas en la ITV, que controlan el kilometraje. Casi todos los taxistas tienen un rendimiento similar, aquí no pasa como con las peluquerías, que si está en una calle mejor, gana más. Además, no generamos facturas falsas, porque nuestros clientes no son empresas", dice.

Los inspectores de Hacienda han pedido la supresión del régimen de módulos, por entender que este sistema sí es capaz de generar elevadas bolsas de fraude fiscal, sobre todo en el IVA, por la no emisión de facturas.

Valentin Pich, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), compartió ayer esta idea. "Creo que los módulos sólo deben existir para los negocios que no facturen a otras empresas, porque, si no, contaminan el sistema con la no emisión de facturas", explicó.

Esta es, precisamente, la principal línea de reforma que estudia Hacienda. La otra, es elevar las cuantías de los módulos, que permanecen invariables desde el año 1996. Pich destaca, además, que el sistema puede resultar injusto: "Un contribuyente en módulos, a quien le vaya muy bien el negocio, puede tributar mucho menos que otro que gane lo mismo, pero que esté en estimación directa".

Hace 12 años, cuando se implantó el sistema, fue de gran utilidad, porque hizo tributar, mucho o poco, a un buen número de contribuyentes que, hasta entonces, no se relacionaban con el fisco.

LOS INSPECTORES Paralelamente, la organización Inspectores de Hacienda del Estado, que finalizó en Toledo su 14º congreso, criticó ayer la inhibición del Gobierno en el caso de las cesiones de crédito del Santander. Según los inspectores, esta postura cuestiona "la sinceridad" con que el Gobierno aborda su objetivo de lucha contra el fraude fiscal. Según la organización, el actual modelo de lucha contra el fraude "está agotado", y hay que atajar "fraudes concretos" como en el sector inmobiliario o los paraísos fiscales.