El expediente de regulación de empleo (ERE) que inició Telefónica el pasado 24 de julio está superando todas las expectativas de la compañía. La empresa no oculta su asombro al comprobar que 5.370 trabajadores ya han solicitado su inclusión en el plan, cuando se esperaban 4.500 este año. Sólo 34 han causado baja incentivada, el resto han sido prejubilaciones.

Telefónica reconoce que se ha producido una avalancha de trabajadores que quieren aprovechar las ventajas que ofrece este ERE, principalmente para los mayores de 52 años. El objetivo era rescindir un total de 15.000 contratos desde el 2003 al 2007, y dejar la plantilla en aproximadamente 25.500 empleados.

Tras cumplirse el primer plazo impuesto para solicitar la prejubilación, que acaba el 15 de octubre, 4.641 trabajadores ya están fuera de la empresa. Los otros 729 han planteado ante el departamento de recursos humanos su deseo de "reservarse" el derecho, ya que muchos cumplirán los 52 años exigidos para acogerse al plan en noviembre o diciembre.

SOLICITANTES SIN LA EDAD

Sin embargo, fuentes de la compañía aseguran que son más de 1.000 empleados los que se han adelantado a solicitar su cese a pesar de que aún no tienen la edad. En el departamento de personal se cuenta que algún trabajador ha pedido no quedarse fuera de la lista, a pesar de que no cumplirá los 52 años hasta el 2007, cuando finaliza el plan.

Parte del incremento de solicitudes se debe a las buenas condiciones económicas que ofrece la empresa: 70% del salario hasta los 61 años, el 34% del sueldo hasta los 65 años, abono de las cotizaciones sociales hasta los 61 años y ayuda del 50% de las cuotas si no se han sumado 35 años cotizados. Sin embargo, también ha influido en las prisas de muchos trabajadores que Telefónica fijó una penalización del 5% en el salario si el empleado con la edad cumplida retrasara su decisión.

Telefónica tuvo que flexibilizar este requisito y aceptar que había trabajadores que no podían marcharse en la fecha establecida por estar pendientes de un pase de categoría o de finalizar alguna tarea. Para atender cada caso, la compañía reforzó el personal de recursos humanos y habilitó diversos canales de información desde el pasado 1 de agosto.

Según los representantes de CCOO, este "alud de trabajadores es normal porque la empresa lleva dos años sin expedientes de regulación de empleo". A juicio del sindicato, el proceso se irá normalizando en los próximos años. Pero Telefónica no opina igual. Aunque el expediente fija un tope de 15.000 extinciones de contrato, "la media de antigüedad de la empresa es de 25 años y es muy probable que continúe esta demanda de prejubilaciones".

Telefónica justifica el expediente por la desaceleración económica, la proliferación de operadores sin inversión en infraestructuras que ha obligado a Telefónica a "prestar" las redes y a cargar sus costes al consumidor, la caída de la telefonía fija y la pérdida de cuota de mercado. Paralelamente, ha hecho un giro hacia tecnologías más rentables de la telefonía móvil y en las que mezclan voz, datos e imágenes.