El primer plan de apoyo estructural a la industria tras la pandemia del covid-19 vio ayer la luz. El sector de la automoción, estratégico y tractor para la economía del país, recibirá un apoyo gubernamental de 3.750 millones de euros con el claro objetivo de impulsar la demanda, recuperar la productividad, promover la sostenibilidad y apostar por la competitividad.

En un acto celebrado en el Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera y los ministros José Luis Ábalos, Reyes Maroto y Pedro Duque, presentó al sector las directrices principales del primer plan de apoyo global al automóvil de la historia.

La presentación contó también con la presencia de los principales actores de la industria automovilística como Agustín Martín, secretario general de la federación estatal de Industrias de Comisiones Obreras, Pedro Hojas, secretario general de la federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive, Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac y María Elena Antolín, presidenta de Sernauto.

VEHÍCULOS EFICIENTES / El plan del Gobierno que Pedro Sánchez esbozó el domingo tras la reunión de presidentes autonómicos especifica cinco puntos clave entre los que destaca la ayuda directa a la compra de vehículos destinada a particulares y autónomos, a pymes y a empresas, buscando como principal objetivo rejuvenecer el parque y apostar por la descarbonización.

Según el presidente del Gobierno «las ayudas podrán solicitarse ya mismo», o sea, desde el momento en el que el Consejo de Ministros lo apruebe hoy.

Según las cifras facilitadas por el Ejecutivo, las cuantías de las ayudas variarán según la categoría del vehículo, la etiqueta de la DGT que porten pegada en el parabrisas, la clasificación energética del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y el tipo de comprador. Podrán acogerse a ellas vehículos con todas las tecnologías, tanto electrificados, como diésel y gasolina.

Los autónomos y particulares se beneficiarán de ayudas que irán desde los 400 euros para un turismo con etiqueta C (combustión tradicional) y clasificación energética B, hasta los 4.000 para un vehículo con etiqueta Cero emisiones.

En la franja intermedia, las ayudas para la compra de un coche con etiqueta C y clasificación energética A serán de 800 euros, mientras que para la compra de turismos con etiqueta ECO serán de 600 o 1.000 euros, dependiendo de si pertenecen a la clasificación energética B o A.

Para las pymes, las ayudas irán desde los 350 hasta los 3.200 euros, mientras que la horquilla para las grandes empresas irá desde los 300 euros a los 2.800 euros. Además de la principal condición para acceder a las ayudas, que es achatarrar un vehículo con más de diez años de antiguedad, el Gobierno aplicará un apoyo extra de 500 euros para achatarrar vehículos con más de veinte años, así como a las personas con movilidad reducida y a los hogares con ingresos mensuales de menos de 1.500 euros.

Los fabricantes, representados por el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, también aportarán en la operación de rescate al automovil la misma cantidad que el Estado, o sea, 250 millones de euros. El plan reconoce que el sector se implicará «mediante un descuento obligatorio y equivalente de la misma cuantía que la ayuda estatal, excepto en caso de los vehículos Cero, en que el descuento será de 1.000 euros».

Para poder solicitar las ayudas a la compra del coche de este nuevo plan de demanda, como anunció el secretario general de Industria, Raül Blanco, los turismos adquiridos no podrán tener un precio de más de 35.000 euros y de 45.000 euros en el caso de personas con movilidad reducida o de vehículos de etiqueta Cero.

El presidente también anunció que se «liberará parte del superávit de los presupuestos locales de los ayuntamientos para que puedan renovar los parques de la administración».