El Partido Popular está decidido a no soltar la presa de la crisis sobre la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ayer, el expresidente del Gobierno, José María Aznar, entró en la batalla ante "el lamentable espectáculo de desprestigio" de los organismos reguladores que está dando el Gobierno, tras la dimisión del expresidente Manuel Conthe, sustituido esta semana por Julio Segura.

Aznar aprovechó la presentación de un libro del economista Pedro Schwartz para acusar al Ejecutivo de Zapatero de un "claro" intervencionismo gubernamental en operaciones como las opas presentadas sobre Endesa.

Sobre la utilización que, según Conthe, hicieron Miguel Sebastián, entonces director de la Oficina Económica del Gobierno, y Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV, de los informes sobre FG Valores --la sociedad que era propiedad del hoy presidente del BBVA, Francisco González--, Aznar opinó que es "un ataque muy grave" dedicar la oficina "a fabricar dossieres con los que atacar a todos los ciudadanos". Conthe dijo que los informes procedían de esa oficina, aunque no aseguró que se hubieran confeccionado allí, extremo negado por todos los miembros del Gobierno.

ENTE "SINIESTRO" Casi a la misma hora que el expresidente hacía estas declaraciones, el Grupo Popular anunció que pedirá en el pleno del Congreso del próximo miércoles el cierre inmediato de la "siniestra" Oficina Económica, así como la reprobación del vicepresidente Pedro Solbes por su "pasividad". También Mariano Rajoy interrogará a José Luis Rodríguez Zapatero sobre este asunto.