El presidente del Gobierno, José María Aznar, calificó la decisión del Consejo de Ministros como un "durísimo golpe" a la política de estabilidad, y calificó la jornada de ayer como "un mal día para Europa y para la economía europea". También señaló que "los tratados tienen que ser respetados y las reglas deben ser iguales para todos", y aseveró que "si otros países hubiesen estado sujetos a los problemas que se han dilucidado en Bruselas, se hubiesen aplicado automáticamente los tratados". Aznar avisó también que la suspensión del pacto de estabilidad afectará al proyecto de Constitución europea.

El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, consideró negativa la decisión, porque se salta los procedimientos del pacto de estabilidad, que garantizan el mismo trato para todos los países. A pesar de reconocer que la credibilidad del pacto quedó dañada, insistió en la necesidad de "mirar hacia adelante". "Lo importante es que Alemania y Francia cumplan los objetivos fijados".