España necesitará una "década de buen comportamiento de la economía" para superar los efectos de la crisis. Así lo ha advertido este lunes el presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán, quien ha destacado que el país seguirá siendo vulnerable durante "muchos, pero muchos años" debido a su alto endeudamiento. Cada ejercicio, ha señalado, hay que convencer a inversores internacionales de que vuelvan a invertir 150.000 millones de euros en deuda pública y privada que vence.

El país, ha añadido, no se puede "permitir el lujo de no mantener su credibilidad internacional" y por eso "es tan importante" que por fin haya un Gobierno. "El 2016 ha sido el año en que la economía española vivió peligrosamente", ha alertado sobre la incertidumbre política existente hasta hace unas semanas. Pero no basta con ello: ahora es necesario, ha defendido, que los políticos combinen "consenso y pragmatismo" y que miren "hacia adelante con un gran sentido de Estado para abordar las reformas que España necesita".

El líder patronal, así, ha venido a sostener que el país se ha salvado de que la falta de Ejecutivo provocase un batacazo gracias a los vientos de cola económicos internacionales, pero que la situación dista de ser tranquilizadora. En esta línea, ha advertido que es necesario que los políticos aprueben unos presupuestos "respetuosos" con los compromisos de reducción del déficit acordados con Europa para mantener la credibilidad ante los mercados. "Unas terceras elecciones no serían buenas para nadie", ha asegurado en referencia a la información publicada en El Mundo que afirma que Mariano Rajoy volvería a llamar a las urnas si el Congreso no aprueba sus cuentas del Estado para el 2017.

FIN DE LA REGULACIÓN

Roldán también ha aprovechado para pedir al nuevo Gobierno y a las autoridades internacionales que dejen de aprobar normas que afectan a la banca, después del aluvión regulatorio que ha vivido tras ser el epicentro de la crisis. Las entidades, ha argumentado, necesitan tener un escenario claro para calcular cuáles son sus perspectivas de rentabilidad. En la medida que esta esté sometida a más o menos presiones, ha añadido, el ajuste de plantilla y oficinas en que está inmersa será más o menos amplio, si bien a largo plazo también dependerá de la transformación digital que vive el sector.

El presidente de la AEB también ha defendido la conveniencia de las fusiones para reducir los costes vía recortes y mejorar la rentabilidad, pero ha advertido de que la unión de dos entidades débiles no dará lugar a otra fuerte. En este sentido, ha defendido que de lo que realmente se está hablado es de que "el pez grande se coma al chico", pero que estos últimos todavía no sienten la presión suficiente para dejarse comer. Sobre la fusión entre Bankia y BMN que estudia el Gobierno, ha admitido que el Ejecutivo debe ver cuál es la manera para recuperar el máximo de ayudas, pero le ha pedido que privatice las entidades cuanto antes.

Roldán también se ha negado a contestar una pregunta sobre los efectos de la posible independencia de Catalunya. "Ya no toca. No me parece que ese tema sea de los que nos preocupan en estos momentos", ha afirmado tras remitirse al comunicado de septiembre del año pasado en que la gran banca amenazó con dejar la comunidad si se produce la secesión.