El ministro alemán de Finanzas, Peer Streinbrück, rechazó ayer la posibilidad de que el Gobierno que preside Angela Merkel ponga en marcha nuevas iniciativas de ayuda para la banca mas allá del programa de rescate ya en funcionamiento. También mantiene su negativa a crear un Bad Bank estatal, dedicado a comprar los paquetes bursátiles de alto riesgo para descargar a las instituciones de crédito.

Mientras, en Bruselas crecen las dudas sobre las ayudas bancarias, pero ganan protagonismo las ayudas a las empresas. La Comisión Europea (CE) autorizó ayer las medidas de Francia y Portugal. Los planes aprobados permitirán a las autoridades estatales, regionales y locales acordar ayudas de hasta 500.000 euros durante 2009 y 2010 a empresas con problemas de financiación, según la CE.