Los directivos de los principales bancos de Estados Unidos ofrecieron ayer al presidente del país, Barack Obama, su apoyo para encontrar salidas a la actual crisis económica. La reunión se convocó como un intento por trazar una alianza que revitalice el maltrecho sistema financiero estadounidense. Entre los temas abordados destacaban las primas que cobran los directivos de las empresas que han recibido ayuda del Gobierno, especialmente importante tras el escándalo de AIG, y el plazo y las condiciones para que los bancos devuelvan el dinero que han recibido de los diversos planes de rescate.

La reunión, a la que han asistido todos los grandes banqueros del país, "se ha centrado en cómo poner en marcha la economía", comentó a su término John J. Mack, de Morgan Stanley.

En este sentido, "el mensaje básico es que estamos todos juntos en esto", argumentó el presidente ejecutivo de Wells Fargo, John Stumpf quien, además, puntualizó: "Estamos tratando de hacer lo correcto para América".