Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria AEB, reclamó ayer a las cajas que se dejen de excusas y afronten su reconversión. "Las máximas responsables de la reestructuración son las propias entidades; no es aceptable que se diga que no hay instrumentos o que determinadas autoridades autonómicas ponen trabas, no vale con pedir dinero público", afirmó.

Sin ambigüedades, Martín defendió que las cajas deberían de "revisar su modelo, mejorar su forma de actuar y llevar a cabo su propia reconversión". Un mensaje que podría entenderse como una llamada a su privatización. Por ello, aclaró que estas entidades realizan un "magnífico papel" y "tienen que seguir siendo cajas". Se trata, aclaró, de que capten "capital de calidad".

José Antonio Olavarrieta, director general de la patronal de las cajas (CECA), negó que haya cajas inviables, pero reconoció que el sector está "muy interesado" en mejorar su acceso al capital. Criticó los "impedimentos autonómicos", pero admitió que son las cajas las que "tienen que actuar".